TAL VEZ ME LLAME JONÁS

Yo no soy nadie:

Un hombre con un grito de estopa en la garganta

y una gota de asfalto en la retina.

Yo no soy nadie: ¡Dejadme dormir!

Pero a veces oigo un viento de tormenta que me grita:

Levántate, ve a Nínive, ciudad grande, y pregona contra ella.

No hago caso, huyo por el mar y me tumbo en el rincón

más oscuro de la nave

hasta que el viento terco que me sigue

vuelve a gritarme otra vez:

¿Qué haces ahí, dormilón? ¡Levántate!

Yo no soy nadie: Un ciego que no sabe cantar.

¡Dejadme dormir!...

Pero un día me arrojaron al abismo,

las aguas amargas me rodearon hasta el alma,

la ova se enredó en mi cabeza,

llegué hasta las raíces de los montes,

la tierra echó sobre mí sus cerraduras para siempre...

(¿Para siempre?)

Quiero decir que he estado en el infierno...

De allí traigo ahora mi palabra.

y no canto la destrucción,

apoyo mi lira sobre la cresta más alta de este símbolo...

Yo soy Jonás.

(León Felipe)

miércoles, 7 de julio de 2010

ALGAS

Pues resulta que ahora puedo comer algas (Casi que debo comerlas, en realidad) y descubro que no tengo la más remota idea de qué hacer con una pobrecita Kombu que compre para probar.
Y a quien recurrir?
A San Google, por supuesto.
Y gracias a él descubro cosas interesantes. Por ejemplo:
- Una cucharada sopera  de algas al día abastece al organismo de todos los minerales y oligoelementos esenciales indispensables para un correcto metabolismo celular.
- Son una fuente de proteina vegetal inigualable.
- El alga hiziki tiene 14 veces más calcio que la leche de vaca.
- Con 1 gramo diario de alga Kombu (mi amiga de la bolsa) obtenemos suficiente yodo para garantizar el equilibrio de las glándulas endocrinas…
- La nori silvestre fue popular en los tiempos de los romanos y el pan de nori silvestre todavía se vende hoy en los mercados al sur de Gales.
- Hace más de 200 años, los coreanos enviaban verduras marinas a la corte imperial de China, donde eran muy apreciadas por su valor medicinal. Ya por aquellos tiempos, la enciclopedia china Ehr Ya recomendaba el uso regular de doce especies distintas de algas.
- En todas las islas del Pacífico llevan consumiendo algas durante muchos años. Los maoríes de Nueva Zelanda han venido usando durante mucho tiempo el karengo (un tipo de Nori en sopas y ensaladas).
- Los japoneses, gracias a su larga  línea costera, son quienes más han desarrollado el potencial culinario de las algas. En nuestros días las algas han alcanzado tal popularidad, que actualmente la demanda ha superado el abastecimiento natural de varias especies.
Veamos ahora las propiedades genéricas de las algas:
1) Son las verduras con más  sales minerales y oligoelementos.
2) Son ricas en yodo, hierro, cobalto, magnesio, calcio, fósforo y potasio. Por ejemplo, 100 gramos de algas nos dan dos veces más hierro que cien gramos de lentejas. El contenido en calcio de todas las algas marinas es muy superior al de la leche de vaca.
3) Poder adelgazante: debido a su gran aporte de yodo, regulan el funcionamiento de la glándula tiroides, responsable de que se quemen los hidratos de carbono que ingerimos.
4) Son una fuente de proteínas vegetales inigualable por aportar todos los aminoácidos esenciales en una proporción adecuada y con un coeficiente de digestibilidad de hasta un 95% (al lado del de la carne de un 20% o de la soja de un 35%).
5) Son ricas en oligoelementos como el zinc, necesario para la secreción y asimilación de la insulina.
6) Contienen un mayor porcentaje de vitamina E que el germen de trigo.
7) Son uno de los alimentos más ricos en provitamina A o betacarotenos.
8) El ácido algénico, componente fundamental y peculiar de las algas, contribuye en la eliminación de metales pesados como el arsénico, el plomo, el mercurio e incluso con elementos radioactivos (estroncio, cobalto), originando la formación de sales insolubles que hacen que eliminamos elementos contaminantes que se han ingerido con la comida o que se han absorbido de la atmósfera así como purinas procedentes de productos animales junto a los productos de desecho de nuestro organismo.

Y ahora, alga a alga:

Hiziki:

  • El Alga Hijiki o Hiziki se distingue por su sabor a mar, de hecho es el alga con más sabor. Así, pues, será ideal cuando necesitemos realzar el sabor de algún plato.
  • Es una de las fuentes más ricas en minerales y oligoelementos. Es muy rica en provitamina A y tiene un elevadísimo contenido en hierro y calcio (14 veces más calcio que la leche de vaca). Recomendado para los niños y madres gestantes.
  • Se le atribuyen cualidades para mantener la elasticidad y el brillo del cabello.
  • Se recomienda remojarla unos 20 minutos, desechar el agua y cocinarla con agua fresca unos 30 minutos más. Es especialmente deliciosa en salteados, con proteínas vegetales, en ensaladas y verduras cocidas, o cocida junto con el arroz.

Agar agar:

  • Gelatina natural, insípida y rica en minerales. Es saciante y no engorda. Evita el que tengamos que usar gelatinas industriales, habitualmente extraídas del tuétano de los huesos de vacas u otros animales.
  • Puede usarse tanto para preparar gelatinas y jaleas de frutas, como para cocinar platos salados, dar consistencia a caldos, estofados de verduras, para ligar salsas...
  • Se disuelve muy rápidamente al hervir (en 7 ó 10 minutos), su sabor es  delicado y no altera el sabor natural de las frutas o verduras con las que se cocina.
  • Tiene una gran cantidad de mucílagos, una fibra que estimula el buen funcionamiento del intestino grueso permitiendo una buena eliminación diaria de los residuos, buena para eliminar el exceso de peso y para procesos depurativos.

Kombu (Mi primer alga):

  • Es rica en ácidos algénico y glutámico (la versión natural del glutamato monosódico) y tiene la habilidad de ablandar las fibras del resto de los alimentos que se incluyen en el cocinado. 
  • Contiene dos azúcares simples,fructosa y manitol, útiles para los diabéticos.
  • Es una de las algas más ricas en yodo. Con 1 gramo diario de Kombu obtenemos el suficiente  yodo para garantizar el equilibrio de las glándulas endocrinas. Contiene 13 de los 14 elementos esenciales para el buen desarrollo de las funciones metabólicas del organismo.
  • Se usa en caldos, sopas, estofados, condimentos, para cocinar leguminosas y proteínas vegetales. También puede servirse frita.

Arame:

  • Su sabor dulce deriva de su alto contenido en azúcar natural (manitol).
  • Su equilibrio mineral va bien en casos de hipertensión. Rica en yodo y calcio.
  • Está recomendada para aliviar trastornos en los órganos reproductores.
  • Puede remojarse  5 minutos y añadirse a ensaladas, verduras, pastas, proteínas vegetales o servirla ligeramente cocinada.

Wakame:

  • Sus cualidades son parecidas a las del kombu. Especialmente rica en calcio y vitaminas B y C.
  • Remojarla  3 minutos y añadirla a cualquier plato, ensaladas, sopas, cocidos, estofados, junto con verduras, cereales, proteínas vegetales y en condimentos.

Nori:

  • Es una de las algas más populares, de sabor suave y muy rica en proteínas.
  • Contiene grandes cantidades de vitamina C, B1 A y B12, (que es ua vitamina hidrosoluble fundamental en la síntesis del ADN, la formación de los glóbulos rojos y células de las paredes del estómago) Es especialmente importante para vegetarianos.
  • Ayuda a disminuir el colesterol, al ayudar a disolverse los depósitos grasos así como a eliminarlos del cuerpo.
  • Se tuestan ligeramente y se añaden troceadas (junto con frutos secos por ejemplo) en ensaladas, sopas, cereales o pastas. Y por supuesto, recubriendo el arroz del sushi o haciendo rollitos de arroz con pescado, marisco o verduras.

Precauciones: Como tienen mucho yodo y no poco sodio, deben consumirlas con moderación:

a) Las personas que sufren hipertiroidismo, se les haya extirpado la glándula tiroides o son muy delgadas y nerviosas.

b) Las personas con tendencia a la hipertensión, 

En todos estos casos son más aconsejables las algas de agua dulce como la Klamath, la Espirulina o la Clorela.

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