viernes, 28 de mayo de 2010
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ME LLAME JONÁS
Yo no soy nadie:
Un hombre con un grito de estopa en la garganta
y una gota de asfalto en la retina.
Yo no soy nadie: ¡Dejadme dormir!
Pero a veces oigo un viento de tormenta que me grita:
Levántate, ve a Nínive, ciudad grande, y pregona contra ella.
No hago caso, huyo por el mar y me tumbo en el rincón
más oscuro de la nave
hasta que el viento terco que me sigue
vuelve a gritarme otra vez:
¿Qué haces ahí, dormilón? ¡Levántate!
Yo no soy nadie: Un ciego que no sabe cantar.
¡Dejadme dormir!...
Pero un día me arrojaron al abismo,
las aguas amargas me rodearon hasta el alma,
la ova se enredó en mi cabeza,
llegué hasta las raíces de los montes,
la tierra echó sobre mí sus cerraduras para siempre...
(¿Para siempre?)
Quiero decir que he estado en el infierno...
De allí traigo ahora mi palabra.
y no canto la destrucción,
apoyo mi lira sobre la cresta más alta de este símbolo...
Yo soy Jonás.
(León Felipe)
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Soy toda oídos